- 5 años después de que se iniciaran las obras de construcción, el Museo Nacional Ferroviario abre sus puertas.
- El recinto, de 4,5 ha, ofrece un viaje por la historia del ferrocarril portugués.
- La colección permanente cuenta con unos 36.000 objetos relacionados con el mundo ferroviario.
- Algunos trabajadores de EMEF han aprovechado el acto para llevar a cabo una protesta.
El Museo Nacional Ferroviario de Portugal se estrenó ayer, coincidiendo con el Día Internacional del Museo, en la ciudad de Entroncamento.
Más vale tarde que nunca
Aunque el Museo Nacional Ferroviario ha abierto por primera vez sus puertas al público hoy mismo, ayer se procedió a la inauguración oficial con un acto protocolario y la presentación de diversas exposiciones temporales.
Este museo es fruto de un proyecto que comenzó en 1967 pero que llega sólo ahora tras varios años de retraso. El resultado son 4,5 hectáreas dedicadas en exclusiva al ferrocarril de ayer y de hoy, abarcando 150 años de historia.
Y, como no podía ser de otra forma (dada la situación actual del ferrocarril portugués), la inauguración del Museo Nacional Ferroviario no ha estado exenta de polémica: diversos trabajadores de la empresa de mantenimiento EMEF mantuvieron una protesta ruidosa a la puerta del recinto contra la privatización de las compañías públicas del sector.
El Museo Nacional Ferroviario
Sea como fuere, lo cierto es que Portugal por fin consigue abrir este espacio dedicado al ferrocarril, cuya colección permanente cuenta con 36.000 objetos que repasan la historia de este medio de transporte desde sus orígenes, abriendo también una puerta al futuro.
El Museo Nacional Ferroviario es una megaestructura que cuenta con algunas piezas únicas como el Tren Real y el Tren Presidencial, vehículos míticos de la historia ferroviaria portuguesa.
